EL SILOGISMO
IV PERIODO
El silogismo es una forma de
razonamiento deductivo que consta de dos proposiciones como premisas y otra
como conclusión, siendo la última una inferencia necesariamente deductiva
de las otras dos. Fue formulado por primera vez por Aristóteles,
en su obra lógica recopilada como El Organon, de
sus libros conocidos como Primeros Analíticos
Aristóteles consideraba la lógica como
lógica de relación de términos. Los términos se unen o separan en los juicios. Los
juicios aristotélicos son considerados desde el punto de vista de unión o
separación de dos términos, un sujeto y un predicado.
Hoy se hablaría de proposiciones.
La diferencia entre juicio y proposición es
importante. La proposición afirma un hecho como un todo, que es o no es, como
contenido lógico del conocimiento. El juicio, en cambio, atribuye
un predicado a un sujeto lógico del conocimiento. Esto tiene su importancia en
el concepto mismo del contenido de uno y otra, especialmente en los casos de
negación, como se ve en la problemática de la lógica silogística.
Mantenemos aquí la denominación de juicio
por ser lo más acorde con lo tradicional, teniendo en cuenta que este tipo de
lógica, como tal, está en claro desuso, sustituida por la lógica simbólica en
la que esta lógica es interpretada como lógica de clases. Ver cálculo lógico.
La relación entre los términos de un
juicio, al ser comparado con un tercero que hace de "término medio",
hace posible la aparición de las posibles conclusiones. Así pues, el silogismo
consta de dos juicios, premisa mayor y premisa
menor, en los que se comparan tres términos, de cuya comparación se obtiene
un nuevo juicio como conclusión.
La lógica trata de establecer las leyes que
garantizan que, de la verdad de los juicios comparados (premisas), se pueda
obtener con garantía de verdad un nuevo juicio verdadero (conclusión).
Los
juicios aristotélicos: Definición y elementos del silogismo
El juicio aristotélico considera la
relación entre dos términos: un Sujeto, S, y un predicado, P.
Los términos pueden ser tomados en su
extensión universal: abarca a todos los miembros a los cuales representa el
concepto. O en su extensión particular: cuando sólo
se refiere a algunos.
Los juicios por la extensión en la que es
tomado el término sujeto, como criterio de cantidad, pueden ser:
UNIVERSALES: Todo S es P
PARTICULARES: Algunos S son P
Nota: Los nombres propios tienen extensión
universal; pues el uno, como único, equivale a todos.
La relación entre los términos puede ser
asimismo:
AFIRMATIVOS: De unión: S es P.
NEGATIVOS: De separación: S es no-P.
Nota: El predicado de una afirmación siempre
tiene extensión particular, y el predicado de una negación está tomado en su
extensión universal. Cuando un concepto, sujeto o predicado, está tomado en
toda su extensión se dice que está distribuido; cuando no, se dice que está no
distribuido.
Según el criterio de cantidad y cualidad,
resulta la siguiente clasificación de los juicios:
CLASE
|
DENOMINACIÓN
|
ESQUEMA
|
EXPRESIÓN-EJEMPLO
|
Extensión de los términos
|
A
|
Universal Afirmativo
|
Todo S es P
|
Todos los hombres son mortales
|
S: Universal P: Particular
|
E
|
Universal Negativo
|
Ningún hombre es mortal
|
S: Universal P: Universal
| |
I
|
Particular afirmativo
|
Algún S es P
|
Algún hombre es mortal
|
S: Particular P: Particular
|
O
|
Particular Negativo
|
Algún hombre es no-mortal7
|
S: Particular P: Universal
|
ANTECEDENTE = Dos premisas:
Premisa mayor, en la que se encuentra el término
mayor, que es el predicado de la conclusión, que se representa como P.
Premisa menor, en la que se encuentra el término
menor, que es el sujeto de la conclusión, que se representa como S.
Entre ambas se realiza la comparación del
término sujeto y el término predicado con respecto al término Medio, que se
representa como M.
CONSECUENTE = Una conclusión:
En la que se establece la relación entre el
término Sujeto S, y el término Predicado P.
TÉRMINOS:
Término mayor: Es el predicado de la conclusión.
La premisa en la que se encuentra se llama Premisa mayor. Se representa como P.
Término menor: Es el sujeto de la conclusión. La
premisa en la que se encuentra se llama Premisa menor. Se representa como S.
Término medio: Que sirve de comparación (tertium
comparationis) y no puede estar en la conclusión. Se representa como M.
Reglas para los términos
+ El
silogismo no puede tener más de tres términos.
Esta ley se limita a cumplir la estructura
misma del silogismo: La comparación de dos términos con un tercero. Aunque la regla es clara, su
aplicación no siempre lo es. Es lo que algunos llaman silogismo de cuatro
patas. Consideremos el siguiente silogismo:
Todos los hombres nacen libres
Ninguna mujer es un hombre
Por tanto, ninguna mujer nació
libre
En la primera premisa estamos hablando de
hombres como especie del género homo , y en la segunda estamos hablando
de hombre como varón. Este silogismo es de todo punto inválido, aunque siga una
forma aparentemente válida.
+ Los
términos no deben tener mayor extensión en la conclusión que en las
premisas.
Por la misma estructura del silogismo;
únicamente podremos obtener conclusiones acerca que lo que hemos comparado en
las premisas.
+ El
término medio no puede entrar en la conclusión.
Por la misma estructura del silogismo la
función del término medio es servir de intermediario, como término de la
comparación.
+ El
término medio ha de tomarse en su extensión universal por lo menos en una
de las premisas.
Para que la comparación sea tal, es
necesario que el término medio sea comparado en su totalidad. De otra forma,
podría ser comparado un término con una parte y el otro con la otra,
constituyéndose en realidad entonces un silogismo de cuatro términos.
Todos los andaluces son españoles.
Algunos españoles son gallegos.
Por tanto, algunos gallegos son
andaluces
Lo que evidentemente no es un modo válido,
puesto que "españoles" en la premisa mayor al ser predicado de una
afirmativa está tomado en su extensión particular.
Reglas de las premisas
- De
dos premisas negativas no puede obtenerse conclusión alguna.
Dos premisas negativas no se adaptan a la
estructura del silogismo, ya que si negamos S de M, y P de M, no sabemos qué
relación puede haber entre S y P. Para establecer la relación, por lo menos uno
de los términos tiene que identificarse con M. Por tanto una de las dos
premisas tiene que ser afirmativa.
- De
dos premisas afirmativas no puede sacarse una conclusión negativa.
En efecto, si S se identifica con M, y P
también se identifica con M, no tiene sentido establecer una relación negativa
con entre S y P. La conclusión será afirmativa.
- La
conclusión siempre sigue la peor parte. Entendiendo por peor parte, la
negativa respecto a la afirmativa y lo particular respecto a lo universal.
Veamos los dos casos separadamente:
a) Conclusión negativa de una premisa
afirmativa y la otra negativa.
Si se afirma una relación entre dos
términos (X, M), pero se niega la de uno de ellos con otro (Y, M), siendo M el
término medio, no puede haber más conclusión que negar la relación que pueda
haber entre el primero (X) y el último (Y) siendo uno sujeto y el otro
predicado de la conclusión.
b) Conclusión particular de una premisa
universal y otra particular (teniendo en cuenta que dos premisas particulares
no puede ser, como veremos en la regla siguiente).
Pueden darse dos casos: Que una sea
afirmativa y la otra negativa, o que las dos sean afirmativas.
1º) Dos afirmativas. (Tenemos que recordar
que el Predicado de una afirmativa está tomado en su extensión particular, y el
Predicado de una negativa en su extensión universal).
Al ser las dos afirmativas sus predicados
son particulares. El término de la Universal tiene necesariamente que ser el
Término Medio, la conclusión tiene que tener un sujeto particular.
2º) Una afirmativa y otra negativa: Tiene
que haber dos términos universales. Uno de ellos tiene que ser el término
medio, el otro tiene que ser el predicado de la conclusión, pues la conclusión
tendrá que ser negativa, (caso a) de esta misma regla). Por tanto el término
que queda será el sujeto de la conclusión con extensión particular.
- De
dos premisas particulares no se saca conclusión.
También tiene dos casos posibles: que una
sea afirmativa y la otra negativa o que las dos sean afirmativas.
a) Afirmativa y negativa: Algún A es B -
Algún A no es C.
Sólo hay un término universal que es el
predicado de la negativa, que por tanto tiene que ser el Término Medio. La
conclusión tendrá que ser negativa (caso a) de la regla anterior), y por tanto
el predicado tendrá que ser universal, y no puede ser el Término Medio por
tanto no puede haber conclusión.
b) Dos afirmativas: Algún A es B - Algún A
es C.
Los tres términos son particulares, y por
tanto no puede haber Término medio con extensión universal, y por tanto no hay
conclusión posible.
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